No es una reunión más de mujeres, es una reunión donde las mujeres encuentran su tiempo para disfrutar juntas de la amistad y el ánimo que cada una puede ofrecer.
Este año la enseñanza bíblica está dirigida al aprendizaje que Dios nos proporciona a través de las dificultades.
Aunque este año no ha sido fácil, el reto con las mujeres de la iglesia ha sido saber adaptarse, no conformarse y por supuesto seguir confiando en el Señor que siempre ha ido más allá de los límites, de las posibilidades y de cualquier expectativa que podamos tener. Así que no nos hemos detenido en el deseo y la determinación de seguir juntas, a veces por zoom, otras veces de forma presencial, pero ahí continuaremos.